Etapa: Caldas de Reis - Negreira (pasando por Santiago de Compostela)
Km: 70km
Hora salida: 11.00
Hora llegada: 19.30
Casi toda la etapa por carretera.
Al estar en el apartamento, la hora de levantarse no requería de tanto madrugón. La prevista fueron las 8.30, pero Hectorgrino o Marigrina ya llevaban rato despiertos. La colada en el salón, aún mojada, fuimos recogiendola poco a poco.
Sobre las 10.00 bajamos todos a desayunar, como de costumbre, tostadas y café. El día que amaneció despejado, se complica y empieza a diluviar con ganas. Las ganas de pedalear se están viniendo abajo. Una pareja de peregrinos que también está en el bar, se ponen sus ponchos y cubre-alforjas y salen en mitad de la tempestad.
Sobre las 10.45 parece que deja de llover; subimos, recogemos todos los bártulos, desenganchamos el tetris que forman las bicis bajo la escalera, y sobre las 11.00 empezamos la ruta.
Tras las lluvias, los caminos iban a estar poco ciclábles, así que decidimos iniciar el camino por carretera. Salimos de Caldas siguiendo las flechas, y en el primer desvio de la carretera lo ignoramos y fuimos permanentemente por la N-550 camino de Padrón.
A los 4-5km hicimos una primera parada para desprendernos de los chubasqueros y abrigos que llevábamos desde el principio, porque las cuestas iniciales y el sofocón empezaba a pasar factura.
Atravesamos Cruceiro, Gurgullón, Medela, Valga, Infesta y entramos en Padrón. Creo que todos íbamos pendientes de quién sería el primero en decir "STOP, parada para unos pimientosssss"......, pero unos por otros, na de na. Rodo, creo que todos pensamos que serías tu, jejej.
Una vez pasado Padrón, A Esclavitude y Picaraña, y por la peligrosidad de la N-550, decidimos completar los kilómetros q
Nos desviamos a la izquierda hacía O Vilar de Baixo (gran error, tardaríamos un siglo en recorrer lo poquito que nos quedaba). Desde aquí y hasta Milladoiro, en las afueras de Santiago, alternamos tramos de carretera con tramos de camino con fuertes subidas y bajadas.
Desde una zona alta podemos divisar a los lejos por fin la

Una vez superada la via del tren por un puente, comenzamos un fuerte descenso con muchas piedras que acababa entre casas y ya dentro de la ciudad de Santiago. Rua do Marta de Arriba y Avenida de Juan Carlos I desembocan en la Rua do Franco.
Ya se nota mucha cantidad de gente, mucho peregrino, gente buscando dónde comer, y nosotros atravesando las calles con nuestros caballos de acero rumbo a la Catedral. Pequeña parada para probar unas pastas en una pastelería y continuar.
Son las 13.00 y llegamos a la
Es la tercera vez que llegamos en bici, y a pesar de la tradición de lluvia que tiene Santiago, siempre nos ha sonreido la suerte y hemos llegado con un sol magnífico.
La plaza como siempre repleta de peregrinos recien llegados, haciendo fotos, abrazandose, tirados en el suelo descansando, haciendo se fotos y otros preparándolse para entrar a la Catedral. Esta vez había un añadido, los acampados del 15M estaban por allí con sus tiendas en mitad de la plaza.
Unas fotos, y rumbo a comer, que aún quedaban 20-25km por la tarde para llegar a Negreira.
Como hicimos hace 2 años, la mejor opción para comer es el "Gato Negro" (cuya fachada vemos en la foto); al final de la Rua de Franco. Aparcamos las bicis con sus alforjas en los soportales de la Rua do Vilar, y entramos a comer. Como siempre está complicado pillar mesa, mientras dejaban alguna libre nos t

Pulpo, Higado, Empanada y Berberechos fueron los manjares que disfrutamos para comer (joder que hambre al leerlo y de recordarlo, jeje). Esta vez se notó que luego había que volver al tajo, porque las jarras de Ribeiro se controlaron (menos el que tenía a mi izquierda, jejejej......).
Sobre las 16.00 salimos del Gato Negro, con las bicis y alforjas en perfecto estado. Aquí nos dividimos. Cocogrino y Victogrino fueron a la tienda de Ultreya en la Rua Nova, para contratar el envio de las bicis desde Finisterre a Madrid. En la solapa de "Volver de Finisterre a Madrid" explicamos un poco como contratarlo. En esta ocasión, hablamos con Jose María, el dueño de la tienda, y muy amablemente nos explicó como contratarlo y que deberíamos hacer al llegar a Finisterre.
Por su parte, los asturianos fueron al Hotel La Salle para hacer la reserva de la habitación para el finde, ya que un buen grupo de cochigrinos iban a arribar a tierras gallegas para una buena farra de fin de semana. Mientras, Hectorgrino aprovechó para sellar la credencial en la oficina del peregrino.
A la vuelta, nos juntamos para tomar un cafe y poner rumbo a Negreira sobre las 17.00
La salida para Finisterre no es facil de encontrar. Si te pones en la plaza del Obradoiro, de espaldas a la puerta principal y mirando al edificio de Presidencia de la Junta, pues por el lateral derecho habría que seguir por la Rua das Hortas y tras cruzar la Rua das Galeras, continuar por la Rua da Poza de Bar.

Esa carretera hacía abajo llegamos practicamente a la AC-543. Por el arcén, y cruzando miles de rotondas, seguimos las señales dirección Noia-Negreira. Esta todo muy bien indicado, hasta una rotonda que pasa por debajo de la autopista y que no hay nada indicado. Habrá que seguir hasta Bertamirans. Toda esta zona es cuesta abajo hasta que en Bertamirans, se gira a la derecha y llega el subidón del infiernooooooooooo.
Entramos a Negreira en pleno descenso, y vemos una cartel anunciando "Albergue Don Jose", de 2 estrellas.
Disponen de alojamiento, 12€ por cabeza, que nos pensamos si aceptar este o mirar en alguno de los diversos albergues que hay en el pueblo. Mientras esperamos, la hospitalera nos informa de que tienen un apartamento en la parte de arriba, por el mismo precio y del que dispondríamos de la llave para poder salir a cenar y no tener que volver corriendo a las 22.30.
Tras subir a verlo, decidimos pillarlo. Es una habitación con 8 literas, 2 baños y muy nuevo. Además, podemos guardar las bicis en local que hay justo al lado del portal del apartamento.
Subimos las cosas y Hectorgrino y Victogrino se van a correr un rato. Delasgrino, Secungrino y Cocogrino bajamos al albergue a ducharnos; creo que es el mejor albergue que he visto en todos los años que llevo de camino. La sensación cuando entras y vas hacia las duchas es de discoteca con los baños al fonde a la derecha, jejeje.
Después de ducharnos todos, bajamos al pueblo a cenar. No nos pareció un pueblo con mucho ambiente, y tras preguntar Delasgrino por un bar dónde tomar unas raciones, no dirigieron a .......
Unas ensaladas y empanada de sardinas frescas fueron la cena. Victogrino y Rodogrino venían con un hambre atroz, y se zamparon un entrecot cada uno.
Vuelta al albergue, dónde nos encontramos con la puerta cerrada. Habíamos quedado con Hectogrino en que nos abriría, lo único que no pudo desde el telefonillo, así que tuvo que bajar al portal a abrirnos. Las medidas de seguridad eran extremas en ese portal, jejej.
El cansancio ya se notaba bastante. Alguno nada más tumbarse, se quedó rápido dormido. Otro seguía con su música a todo trapo. Algún otro empezó a roncar y alguna otra pidió los tapones de los oidos enseguida, jejej. Tras unas risas, llegó el merecido descanso.
Al día siguiente, unos iríamos hasta Finisterre y otros volverían a Santiago. Nuestros caminos se separarían unas horas, jejej.
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